Introducción:


Su idioma se denomina qom l'aqtac y desde el punto de vista
lingüístico se le suele incluir dentro del grupo de «idiomas guaicurúes», que
muchos autores consideran forman junto con los idiomas matacoanos la familia
lingüística mataco-guaicurú.
Etnónimo
El término «toba» deriva del guaraní tová que significa
«frentón», el mismo fue adoptado por los chiriguanos para referirse a un
grupo de guaicurúes que habitaban en el Chaco Central y el Chaco Austral. Se
cree que se debe a la costumbre, ya abandonada, de raparse la parte frontal del
cabello; aunque para el lingüista Clemente Balmori hacía referencia a la
costumbre de depilarse las cejas.6 Este término tenía, inicialmente, carácter
peyorativo.
El término qom agrupa, además de los tobas, a otros
guaicurúes australes, como los pilagá y los mocovíes, pero excluye a los
guaicurúes boreales. El autoglotónimo es qom, que en lengua toba significa
«persona» o «gente» y hace referencia al pueblo en su conjunto.

Un término, hoy en desuso, que se utilizó para designar a
los integrantes de esta etnia que vivían en la región más oriental es natisas,
naticas o natijas, que deriva de notoqoit (toq significa "colorado")
y se interpreta como «hombres colorados». No se conoce con exactitud el motivo
de esta designación, pero se cree que puede hacer referencia a que vivían sobre
el río Bermejo (nombrado por el color bermejo de sus aguas) o por la costumbre
de pintarse el rostro de este color.4 Aunque el uso del término toba fue general
entre los españoles desde que tomaron contacto con este pueblo, la designación
no se extendió a los tobas orientales hasta mediados del siglo XVIII.
En las estadísticas oficiales, el término preferido por las
autoridades de Argentina y Paraguay es «toba».10 Entre los hablantes de la
lengua toba, su pueblo de denomina nom qom («nuestra gente»). En Paraguay
también se los solía denominar emok, término en idioma enlhet, que significa
«prójimo» o «paisano».
En 1901 el gobierno de Julio Argentino Roca acordó con la
Orden Franciscana del convento de San Carlos Borromeo de San Lorenzo (Santa Fe)
la fundación de dos reducciones indígenas en el Territorio Nacional de Formosa.
La misión de San Francisco Solano de Tacaaglé fue iniciada por el franciscano
Terencio Marcucci el 21 de marzo de 1901 con 150 tobas y pilagás mayormente
provenientes del Chaco Boreal paraguayo.
Ocupaba un terreno de 20 000 hectáreas
cerca del río Pilcomayo, dentro el cual fue trasladada varias veces. La otra
reducción fue la de San Francisco de Laishí, fundada con tobas el 25 de marzo
de 1901 en el sureste de Formosa por los padres Serafín Iturralde y Ghio.
Ocupaba un terreno de 74 000 hectáreas en las que había un ingenio azucarero
que funcionó hasta 1946. Al provincializarse Formosa en 1955 las dos misiones
pasaron al control civil derivando en los pueblos Misión Tacaaglé y San
Francisco de Laishí.

En 1924 cuando el
gobierno de Marcelo Torcuato de Alvear quiso ampliar su área de cultivo, dando
tierras a los extranjeros y criollos y concentrarlos en reservas se produjo
la última resistencia bélica de los qom en la Colonia Aborigen Napalpí en la
provincia del Chaco, en donde 200 de ellos fueron masacrados en el hecho
conocido como la Masacre de Napalpí.

En 1954 el entonces, Gobierno Nacional reconoció la masacre
perpetrada durante el gobierno de Alvear y reconoció los derechos de los
pueblos originarios sobre sus territorios ocupados, otorgándoles la propiedad
comunitaria de aquellos. Se les entregó, a las etnias, más de 300.000 hectáreas
de la provincia de Formosa, otorgadas por el entonces gobernador del Territorio
nacional de Formosa Arturo Iglesias Paiz y el presidente J Domingo Perón. Sin
embargo tras el golpe de Estado de 1955 la entrega fue revocada y las tierras
subastadas, quedando varias de ellas en manos de allegados al gobernador de
facto Carlos García Cuervas.
Historia:


La presencia de los españoles significó una gran revolución
para ellos, por una parte se encontraron con un nuevo y poderoso enemigo, por
el otro los españoles involuntariamente hicieron un gran aporte a su cultura:
en el siglo XVII los qom comenzaron a utilizar el caballo y pronto devinieron
en un poderoso complejo ecuestre en el centro y sur del Gran Chaco (Chaco Gualamba).

Se volvieron hábiles
jinetes pese a que su territorio estaba en gran parte cubierto de bosques y
selvas (al andar a caballo bajo los árboles solían llevar sobre sus cabezas un
cuero hábilmente sujetado a su cuerpo, para prevenirse de las espinas de los
árboles y de los ataques de los pumas y jaguares que sorpresivamente les podían
saltar desde las ramas).

En 1756 la Compañía de Jesús fundó la reducción toba de San
Ignacio de Ledesma cerca del fuerte de Ledesma en la provincia de Jujuy. Al
momento de la expulsión jesuita en 1768 contaba con 600 habitantes.