Introducción:
Magiares
Magyarok
Población total: 15
millones(est).
Población significativa en: Hungría:
9.416.015 (2001),
Rumania:
1.431.807 (2002)
Estados Unidos:
1.398.000 (2000)
Brasil:
1.078.000
520.528 (2001)
Serbia:
293.299 (2002)
Canadá:
267.000 (2001)
Resto de Europa
260.000 - 270.000
Los magiares (también conocidos
como húngaros) son un grupo étnico de Europa del Este, correspondiente a los
actuales pobladores de Hungría. Conocidos antiguamente como magyares, se les
identifica erróneamente aún con grupos eslavos de Hungría y Bulgaria.
Crecimiento de la nación magiar:
Los actuales magiares provienen
de tribus separadas de los grupos fino-ugrios asentados hasta el siglo V en las
estepas que se extienden entre los ríos Volga y Kama, que se desplazaron hacia
los territorios al norte del Cáucaso y de Crimea. Si bien están étnicamente
relacionados con el grupo fino-ugrio, las diversas migraciones y la influencia
de otros grupos asiáticos (ávaros, hunos, mongoles), así como la influencia de
los pueblos turcos e iraníes evidenciada en los modismos lingüísticos del
idioma introducidos durante la migración magiar hacia el oeste de las estepas
rusas, determinaron la diferenciación final del grupo étnico antes incluso de
su asentamiento final en las regiones históricas de Panonia y Dacia.
Los magiares iniciaron sus
incursiones hacia Occidente a principios del siglo VII, ocuparon el vacío que
los ávaros dejaron en los territorios de las actuales Eslovaquia y Hungría,
hasta alcanzar Sajonia, la Lotaringia e incluso Francia. Durante la máxima
expansión magiar (siglos XI y XII), la influencia de la tribu llegó a los
montes Cárpatos y Transilvania, y al sur, hasta la región ubicada entre los
ríos Sava y Drava.
La derrota sufrida en la batalla
de Lechfeld (junto al río Lech en Baviera) en el 955 supuso el fin de la época
de incursiones y el principio de los asentamientos en las planicies de Hungría.
El Principado de Hungría fue el predecesor del reino de Hungría, y sus primeras
fronteras se extendían desde la Bohemia imperial hasta los lindes de los montes
Dálmatas, los límites de la Bosnia Bizantina y la frontera norte de Eslovaquia.
Sus primeras incursiones de expansión fueron hacia el norte y el noreste,
lindando por fin con el Reino de Polonia. Tuvieron una pronta conversión al
catolicismo debido a la herencia magiar de la época de las invasiones (Polonia,
Baviera, Sajonia, Lombardía y Austria, todas ellas provincias cristianas) cerca
del nuevo milenio. Antes de asentarse, poseerían un estilo de vida semi-nómada,
basado en el robo y la destrucción de ciudades (en este caso las germánicas).
Durante sus razias habrían ganado muchos enfrentamientos militares abiertos
como la batalla de Bratislava en 907, la batalla de Eisenach en 908, la batalla
de Lechfeld en 910, la batalla de Puchen en 919, entre otras.
Fisicos hungaros |
Posteriormente
serían vencidos en la batalla de Merseburgo en 933 y en la batalla de Lechfeld
en 955, frustrando sus incursiones en territorios germánicos y lentamente
forzándolos a tomar una vida sedentaria. El gran príncipe Géza de Hungría y su
padre Taksony habrían sido los promotores más grandes de la occidentalización
de los magiares y aquellos que comenzarían a abrir las puertas del principado
al cristianismo. Finalmente sería San Esteban I de Hungría, hijo del príncipe
Géza, quien sería coronado como rey de Hungría y convertiría a la población
magiar a la fe cristiana de Roma.
Orígenes:
El origen de los húngaros es
controvertido. La hipótesis de mayor aceptación es la teoría ugrofinesa,
surgida a finales del siglo XIX y basada en argumentos etnográficos y topónimos
algo confusos. La evidencia lingüística apoya parcialmente dicha teoría, aunque
la relación del magyar dentro de la familia lingüística urálica es polémica.
Hay también otras teorías que indican que los magiares son descendientes de
escitas, de hunos, de ávaros, y/o de turcos o algún otro pueblo altaico. Estos
parentescos se basan principalmente en leyendas medievales (cuya autenticidad y
certeza científica son discutibles) y en referencias clásicas en latín, griego
y árabe (cuya interpretación presenta no pocas dificultades).
Montes Urales |
Actualmente tienen una mejor base
los trabajos lingüísticos que muestran conexiones importantes entre el húngaro
y otras lenguas urálicas, y la presencia de préstamos procedentes del turco y
otras lenguas altaicas. Usualmente se clasifica al húngaro como parte de las
lenguas ugrofinesas, subgrupo de las lenguas urálicas que incluye entre otros
al finés o el estonio. El parentesco lingüístico postulado del húngaro con
otras lenguas ugrofinesas, y de éstas entre sí, no significa que las personas
que hablan dichas lenguas estén estrechamente emparentadas en términos étnicos
o genéticos. Más específicamente, se ha propuesto que el idioma húngaro está
más estrechamente relacionado con las lenguas obi-ugrias. En un sentido similar
a como el ruso está relacionado con el español o el inglés, dentro de las
lenguas indoeuropeas.
Este de los montes Urales (IV milenio a. C.):
Durante el IV milenio a. C.,
podemos encontrar algunos asentamientos primitivos de los pueblos, que habrían
podido hablar lenguas ugrofinesas, al este de los montes Urales. Los datos
arqueológicos muestran que vivían de la caza y la pesca.
En un período posterior aparecen
asentamientos en áreas de la estepa boscosa de Siberia occidental (al este de
los montes Urales) a partir del 2000 a. C. Los asentamientos creados guardan
una gran similitud con los de la cultura andrónovo en la zona noroccidental. De
grupos humanos con tecnologías más desarrolladas procedentes de las estepas
meridionales habrían tomado técnicas de agricultura, de ganadería y de
producción de objetos de bronce. Alrededor del 1500 a. C. se iniciaron en la
cría de caballos, convirtiéndose la equitación en una de sus actividades más
destacadas.
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