Introducción:
Imperio durrani
Etnia Pastún se caracteriza por sus ojos verdes
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El Templo de Oro, en Amritsar. |
Se conoce como Imperio durrani o Imperio afgano(oficialmente Reino de Afganistán)3 a un estado monárquico regido por la
dinastía de Ahmed Sah Abdali y sus descendientes desde 1747 hasta 1823.
Esta familia pertenecía a los
Sadozai de la tribu de los Abdali o Durrani, siendo los segundos gobernantes
pastún del Kandahar, Afganistán. Este imperio incluía los modernos Afganistán,
Pakistán y parte del este de Irán y del oeste de la India.
Ahmad Sah Durrani. |
Fue bajo el liderazgo de Ahmad Sah que la nación afgana
comenzó a tomar forma tras siglos de fragmentación y explotación. Incluso antes
de la muerte de Nadir Sah de Persia, las tribus afganas habían estado creciendo
y volviéndose más fuertes, comenzando a aprovecharse del poder menguante de sus
distantes gobernantes.
Ahmed Sah Durrani (1747-1772):
El gobierno de Nadir Sah terminó
en junio de 1747, año en que fue asesinado. El magnicidio pudo haber sido
planeado por su sobrino Ali Qoli, aunque no hay suficiente evidencia que apoye
esta teoría, pero tanto si esto es cierto como no, lo que se sabe es que los
jefes afganos se reunieron algo más tarde ese mismo año cerca de Kandahar,
donde llevaron a cabo una Loya yirga para escoger un nuevo jefe para las tribus
abdalíes. Ahmad Durrani fue elegido Sah para liderarlas, a pesar de ser más
joven que otros aspirantes. Ahmad tenía varios factores primordiales a su
favor:
Era un descendiente directo de Sado,
fundador del clan de los sadozai, la tribu más prominente entre los pueblos
pastunes de aquel tiempo.
Era indiscutiblemente un líder carismático
y un experimentado guerrero que tenía a su disposición una fuerza entrenada y
móvil de varios miles de hombres a caballo.
Poseía una parte substancial del tesoro de
Nadir Sah.
Uno de los primeros actos de
Ahmad Sah como jefe fue adoptar el título Durr-i-Durrani (“perla de perlas” o
“perla de la edad”). El nombre pudo haber surgido, como algunos alegan, de un
sueño que tuvo Ahmad Sah, o como afirman otros, de los pendientes de perla
usados por la guardia real de Nadir Sah. Los pastunes abdalíes fueron conocidos
después de la elección con el nombre de Durrani.
Primeras victorias:
Shuja Sah. |
Ahmad Sah comenzó su gobierno
conquistando Ġaznī de manos de los ghilzais, y arrebatando Kabul al gobierno
local. En 1749, el emperador mogol fue inducido a cederle las regiones de Sind,
Panyab y la ribera occidental del río Indo para salvar su capital, Delhi, de un
ataque afgano. Habiendo ganado una gran territorio al este sin lucha, Ahmad Sah
se dirigió al oeste para tomar la región de Herāt, gobernada por el nieto de
Nadir Sah, el sah Rukh. Herāt cayó en manos de Ahmad tras un año de sitio y un
sangriento conflicto, al igual de Mashhad (en el actual Irán). Después envió al
ejército para someter las áreas del norte de las montañas del Hindu Kush. El
poderoso ejército de Ahmad subyugó las tribus de turcomanos, ubekos, tayikos y
hazaras que habitaban el norte de Afganistán. Invadió hasta cuatro veces el
Imperio mogol, consolidando su control sobre el Panyab y la región de
Cachemira. A principios de 1757 saqueó Delhi, pero permitió que la dinastía
mogol mantuviera un control nominal mientras reconociera la soberanía de Ahmad
Sah sobre Panyab, Sind, y Cachemira. Ahmad dejó a su segundo hijo, Timur, para
salvaguardar sus intereses y regresó a Afganistán.
Batalla de Pânipat:
soldado en la batalla Pânipat: |
El poder del Imperio mogol sobre
el norte de la India comenzó a declinar desde el reinado de Aurangzeb, que
murió en 1707; los marathas, quienes ya controlaban gran parte de la India
occidental y central desde su capital en Pune, presionaban para ampliar el área
bajo su control. Después de que Ahmad Sah saqueara la capital mogola y se
retirara con el botín, los marathas llenaron el vacío de poder, mientras que en
el Panyab, los sijs emergían como una potente fuerza. De regreso en Kandahar en
1757, Ahmad se vio forzado a volver a la India para hacer frente a los
formidables ataques de la Confederación Maratha, la cual había expulsado a
Timur de la India.
Ahmad Sah declaró una Yihad
(guerra santa islámica) contra los marathas. Los guerreros de varias tribus
pastunes, así como de otras tribus tales como los beluchis, los tayikos, y los
musulmanes de la India, contestaron a su llamada.
Budas de Bāmiyān. |
Las primeras escaramuzas terminaron
con la victoria de los afganos, y en 1759 Ahamd y su ejército habían alcanzado
Lahore y estaban preparados para enfrentarse a los marathas. En 1760 los
marathas ya habían reunido un gran ejército, que probablemente excedía en
número a las fuerzas de Ahmad Sah. Una vez más Pânipat se convirtió en el
escenario de una confrontación entre dos competidores que guerreaban por el
control del norte de la India; la tercera batalla de Pânipat (enero de 1761),
librada entre los ejércitos musulmán e hindú, que alcanzaban la cifra de más de
100.000 soldados cada uno, fue librada a lo largo de un frente de doce
kilómetros. A pesar de la decisiva derrota de los marathas, lo que pudo haber
sido un control pacífico de Ahmad Sah sobre sus dominios fue interrumpido por
otros desafíos.
Vista nocturna del Harmandir Sahib (Templo Dorado) |
Declive:
La victoria conseguida en Pânipat
fue el punto de poder más alto de Ahamd Sah y de los afganos: su Imperio
durrani era uno de los imperios islámicos más grandes del mundo de aquel
tiempo. Sin embargo, antes de su muerte el imperio comenzó a desbaratarse. A
finales de 1761, los sijs habían recuperado poder y tomado el control de gran
parte del Panyab, en 1762, Ahmad Sah cruzó Afganistán por sexta vez para
subyugarlos. Asaltó Lahore y después de tomar la ciudad santa de Amritsar,
masacró a millares de habitantes sijs, destruyendo sus templos y profanando sus
lugares santos con sangre de vaca. Dos años después los sijs se rebelaron otra
vez. Ahmad Sah intentó varias veces más subyugarlos permanentemente, pero
falló. A su muerte había perdido todo control sobre el Panyab, que pasó a manos
de los sijs, los cuales mantuvieron el dominio de la zona hasta su derrota
frente a los británicos durante la primera guerra anglo-Sij, en 1846.
Ahmad Sah también hizo frente a
otras rebeliones en el norte, y pactó con el emir uzbeco de Bujará que el río
Amu Daria se convirtiera en la frontera entre sus tierras.
Pastunes |
En 1772 Ahmad Sah se retiró a su
hogar en las montañas del este de Kandahar, donde murió. Había triunfado en su
intento de equilibrar las alianzas y las hostilidades tribales, y en impedir
rebeliones. Ganó el reconocimiento como Ahmad Sah Baba, Padre de Afganistán.
Forja de una nación:
Pastun al fondo las montañas Sulaiman |
En la época de Ahmad Sah, los
pastunes incluían muchos grupos cuyos orígenes eran oscuros; se cree que
algunos descendían de antiguas tribus arias, pero otros, tales como los
ghilzais, pudieron haberse mezclado con turcos, mientras que grupos como los
durrani se habían asimilado bastante a los persas debido a sus contactos con
los tayikos. Todos tenían en común su lenguaje pastún y la creencia en
ancestros comunes, que los unía en ocasiones. Al este, los waziris y sus
parientes cercanos, los mahsudes, habían vivido en las faldas de las montañas
de Sulaiman desde el siglo XIV. A finales del siglo XVI, cuando ocurrieron las
últimas invasiones turco-mongolas, tribus tales como los shinwaris, yusufzais y
mohmandas se habían trasladado desde el valle del río Kabul a las planicies del
oeste, norte y noreste de Peshawar y los afridis se habían establecido en las
colinas y montañas al sur del Paso Khyber, que hoy día conecta Pakistán con
Afganistán. A finales del siglo XVIII, los durranis habían ocupado la región al
oeste y al norte de Kandahar y habían llegado hasta Quetta, en Baluchistán.
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