Imperio Muisca Colombia |
Bandeja Muisca que podría representar la leyenda del dorado |
La entrada de este post hoy la vamos a hacer grano, grano y nos vamos a familiarizar con el cultivo del maíz y otros cereales, ayudando a cultivarlo a los indígenas del pueblo Muisca. Nos comunicaremos con su lengua muerta aquella que en tiempos remotos hablaron (myskkubun), de la familia lingüística Chibcha que fue declarada el 16 de abril de 1970 mediante real decreto lengua prohibida por Carlos III.
Y como digo que íbamos a cultivar maiz uno de sus primcipales sustentos, recordaremos como lo hacían en la época prehistórica, con el maíz, quinuia, y algodón entre otros productos, también fueron unos excelentes orfebres y y unos
buenos negociantes pues quizás fueron de los primeros que practicaron el trueque con mantas, sal, y esmeraldas con sus pueblos vecinos (Muzos, Sutagaos, guayupes, Tecuas, Achaguas tunebos, Lanches.
Las actividades culturales como religiosas son una identidad muy arraigadas
que todavía hoy son objeto de estudio en Colombia, y por parte de otros países,
los Muiscas constituían y constituyen una sociedad agroceramica asi como también,
practicaban la agricultura, la manufactura era otro signo de identidad, que
pertenece a la región andina, la manera de organización política la hacía una
unidad cultural compacta y disciplinada su aporte a la identidad nacional
Colombiana son incuestionables, más aún porque la confederación Muisca es la
máxima representación política de una cultura y una familia lingüística mayor.
La religión:
Chyguy así es como se llamaban los sacerdotes que eran
formados desde su infancia y eran responsables de dirigir las ceremonias
religiosas más importantes solo ellos podían
acceder al interior de los templos. Esta religión contemplaba los
sacrificios humanos, algunos de ellos eran lograr cautivar niños pertenecientes
a las tribus enemigas y los destinaban
para sacrificarlos al sol entretanto los mantenían en sus casas donde recibían buen trato y una comida
esmerada, el sacrificio tenía luego lugar en las altas cumbres que miraban
hacia el este.
Los jeques conducían ceremonialmente a la criatura y la
colocaban en el suelo con una manta fina, con cuchillas de caña degollaban al
niño y recogen su sangre en totumas que
luego untaban las piedras donde caían los primeros rayos solares del amanecer,
el cuerpo recibía sepultura en una cueva o era dejado expuesto al sol tropical
para que los rayos lo achicharrara desolándolo.
Altiplano cundiboyancense |
Las Muiscas adoraban a sus dioses no solos lo hacían en los
templos también al aire libre, como lagunas , cascadas, grandes rocas, o
montañas todos estos sitios eran bien señalados, en los templos Vivian los sacerdotes estos eran unos grandes bohíos, en
ellos tenían dispuestos diferentes vasos con diferentes formas y tamaños para
recibir ofrendas, o bien también eran figuras de barro con agujeros en la parte
superior, o bien simples tinajas que se enterraban en el suelo excepto la parte
superior que se dejaba abierta hasta que se llenaba de tunjuelos de oro,
esmeraldas entre otras ofertas.
El culto solar y la poligamia:
El 21 de junio el día más largo del verano para los Muiscas
era un día festivo y de culto pues el solsticio de verano marcaba la pauta de
sus celebraciones y rendían culto a los dioses uno de ellos el más adorado fue Su (dios del sol), su templo se encontraba en Sogamoso que era la ciudad
sagrada del sol y sede de Isaca (sacerdote supremo de los muiscas). La ciudad
de suamoxo o sugamuri debe su nombre a este culto una procesión de la corte de
Zipa salía hacia el templo recorriendo todas las calles, era día de fiesta,
alegría, y los Muiscas se embriagaban con chicha, se hacían ofrendas a Sua se
le pedía por la bendición de las cosechas y era el único día que se podía ver
al Zipa.
Lucas Fernández de Piedrahita cronista Español se refiere a
los Muisca como muy polígamos pues podían tener el número de esposas que
quisieran y que pudieran sustentar, pero solo una era legitima, el incesto
estaba prohibido, para casarse ofrecían al padre de la novia cierta cantidad de
bienes, si el padre no estaba de acuerdo pedía más y el novio aumentaba hasta
una tercera parte pero si la tercera parte tampoco aceptaba el novio desistía
de la proposición, pero si aceptaba podía tener a la mujer durante unos días en
su casa y si le agradaba se casaba con
ella, los matrimonios se celebraban ante el Cayky (sacerdote Muisca).
Mitología:
Tenían bien documentada la mitología Muisca su territorio
fue escogido como sede de la administración colonial en una nueva unidad
administrativa de un territorio conocido como nuevo reino de Granada
Algunos ejemplos de ello
Algunas de las divinidades principales de la mitología
muisca son:
Laguna de Iguaque, desde donde, según la creencia muisca,
emergieron Bachué y el niño para poblar la Tierra.
Salto del Tequendama, lugar sagrado de los muiscas que ocupa
un lugar fundamental en la leyenda de Bochica.
Bague (La Gran
Madre): Es la Gran Madre Creadora del Universo. Era considerada Intangible,
como el Pensamiento y la Fuerza. En Ella está, según la espiritualidad muisca,
todo lo que existe. En el tiempo de los unquyquie nxia, cuando Bague pensó, su
pensamiento se transformó en obra. Antes de esto no había nada. Así Bague, la
Gran Madre y Gran Abuela, creó a Chiminigagua.
Sua (El Sol): Su templo estaba en Sugamuxi o Suamox
(Sogamoso), ciudad sagrada del sol. Era este el dios más venerado,
especialmente por los súbditos del Zaque que se consideraban sus hijos.
Chíe (La Luna): Su
templo se encontraba en el actual municipio de Chía y era venerada
especialmente por los súbditos del Zipa, que se consideraban sus descendientes.
A veces se la identifica con Huitaca, otra divinidad muisca, pero por lo
general se las describe como diosas diferentes.
Chaquen (dios de los Linderos): Dios encargado de la
protección de los linderos de las sementeras y campos de cultivo, de presidir
las fiestas y regocijos, y a quien se ofrecían plumas y diademas con que se
adornaban en las fiestas y los combates.
Nemcatacoa o Fo
(Dios de las Artes): Protector de los pintores de mantas y tejedores que
presidía en las fiestas en las que se tomaba chicha y en las rastras de maderos
que bajaban del monte. Le representaban en forma de oso cubierto con una manta
y arrastrando la cola; no le hacían ofrendas de oro, cuentas, ni esmeraldas
como a los otros dioses, porque suponían que le bastaba embriagarse con ellos.
Era el dios de la torpeza, los muiscas creían que su espíritu bailaba y cantaba
con ellos, y solían llamarle Fo, que significa 'Zorra'.60
Bochica,
Nemterequeteba o Zuhe (El Civilizador): Este misterioso personaje no era
propiamente un dios, pero era digno de gran veneración. Como sucede con seres
mitológicos de otros pueblos, quizá se trate de un antiguo jefe o héroe
inmortalizado en los relatos que protagoniza. Dice de él el relato que en la
sabana, vivían los muiscas, pero se habían cansado de las inundaciones, que
podían ser causadas o por Huitaca, la hermosa y malvada mujer, o Chibchacum (el
protector de los agricultores). Entonces, del cielo salió un arco iris, y de él
bajó un hombre blanco, con barbas blancas y túnica. Éste dijo llamarse Bochica
y les enseñó a tejer. Bochica escuchó las quejas de los muiscas sobre las
inundaciones, y con su bastón de oro partió dos piedras al borde del precipicio
donde terminaba la sabana y salió toda el agua, creándose el salto de
Tequendama. Bochica castigó a Huitaca y Chibchacum. A la primera la convirta en
lechuza, y obligándola a cargar el cielo. A Chibchacum, lo obligó a cargar la
tierra, y cada vez que se la cambia de hombro, la tierra tiembla.[cita
requerida] Se creía que los zipas eran descendientes de la luna (Chía) y los
Zaques del sol (Sua).
Arquitectura, vestuario, artesanía:
La caña era el principal material con el cual construían sus
casas que con el barro hacían las tapias (bahareque), las casas tenían dos
formas cónicas y rectangulares, las primeras tenían una pared en círculo hecho
de palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenían de
lado un doble tejido de cañas, el techo era cónico y cubierto de paja lo
aseguraban sobre varas.
Las construcciones rectangulares tenían paredes paralelas también
de bahareque que el techo tenía dos alas en forma rectangular, el mobiliario en
amabas construcciones era sencillo, camas hechas de cañas (barbacoas), se tendían
una gran cantidad de mantas, tenían asientos pero estos eran escasos pues los indígenas
les gustaba más descansar en cuclillas o de rodillas sobre el suelo.
Fueron hábiles guerreros tejedores de algodón Lucas
Fernández de Piedrahita se refiere que estos
indígenas a diferencia de los de tierras calidades andaban vestido, tejían
camisas cerradas que llegaban más abajo de la rodillas y encima se ponían unas
mantas que comúnmente eran blancas pero los de mayor jerarquía estaban pintadas
con figuras negras y rojas.
Los guerreros llevaban sobre la cabeza cascos de oro,
mientras que los hombres comunes las cubrían con pieles de osos y tigrillos que
adornaban con plumas de todos los colores, los hombres que pertenecían a la
familia inmediata del zipa llevaban
sobre la frente medias lunas de oro o de plata con las puntas hacia arriba.
Las mujeres se ocupaban del hilado para la mantas de algodón
y los hombres las tejían y pintaban, con lo cual tenían mucha reputación,
labraban madera y de los huesos se hacían figurillas que se colocaban al cuello
en collares, la piedra era trabajada de forma similar al hueso, también trabajaban las pieles como la del oso
de contrejos y el tigrillo.
Festividades :
Otra de las festividades muy celebradas eran las
relacionadas con las cosechas y construcción de los cercados esto es un ritual
que todavía hoy se sigue celebrando, los cronistas de aquella época relatan que
tenían muchas festividades y todas ellas relacionadas principalmente al ciclo agrícola
y al ciclo de la vida en estas celebraciones no podía faltar el chicha
(bebida), <<la mayor prevención es que hubiese mucha chicha para beber ,las
borracheras que se hacian en la noche , y en ellas infinitas ofensas a
dios nuestro señor , que las callo por la
honestidad>>, Sobre sus cantos, música y bailes donde se mezclan risas y
llantos, ritmos tristes y alegres, dice Lucas Fernández de Piedrahita:
«gastaban mucha cantidad de chicha; danzaban y bailaban al compás de sus
caracoles y fotutos; cantaban juntamente algunos versos o canciones que hacen
en su idioma y tienen cierta medida y consonancia, a manera de villancicos y
endechas de los españoles.
Vamos a comentar algunas de las más renombradas por los
muiscas y las que c con más fervor
celebran estos indígenas :
Lucas Fernández de Piedrahita, en su Historia general de las
Conquistas del Nuevo Reino de Granada, dejó una detallada descripción de las
fiestas de la siembra y de la cosecha que celebraban los muiscas: «Otra de las
ceremonias más ostentosas que hacían eran las procesiones, a que asistían sus
reyes o caciques, respectivamente, en ciertos tiempos del año, especialmente en
el de las siembras o cosechas, y formábam éstas en ciertas avenidas anchas de a
más o menos de media legua de longitud.
Las personas que salían en ellas (sin
que entre en cuenta la innumerable multitud de gente que concurría a verlas)
serían de diez a doce mil, que la noche antes se lavaban los cuerpos para ir el
día siguiente más decentemente adornadas».
Pintados de rojo y negro y disfrazados de animales comenzaba
el carnaval: «Dividíanse en cuadrillas y parcialidades con diferentes trajes y
disfraces, arreados de patenas de oro y otras diferentes joyas que abundaban,
aunque todos convenían en llevar pintados los cuerpos de vija y jagua (rojo y
negro). Unos iban representando osos, otros en figura de leones (pumas andinos)
y otros de tigres (esto es, cubiertos con sus pieles), y (…) otras muchas
representaciones de animales diversos.
Iban los sacerdotes con coronas de oro
en forma de mitras, a quienes seguía una prolongada cuadrilla de hombres
pintados, sin disfraz ni joya alguna sobre sí, y éstos llorando y pidiendo al
Bochica y al Sol mantuviesen el estado de su rey o cacique y le otorgasen la
súplica y ruego a que había dispuesto aquella procesión, para lo cual llevaban
puestas máscaras con lágrimas, retratadas tan a lo vivo que eran de ver». Le
sorprende a Piedrahita que después de los que rogaban, pedían y lloraban seguía
la procesión con otra comparsa de risas, bailes y alegrías que celebraba los
favores concedidos.
La historía del dorado y la conquista española:
Diferentes cronistas de la época relatan la conquista
española y mencionan la leyenda del dorado un antiguo mito europeo que los
conquistadores tenían presentes al adentrarse en el continente: una ciudad
donde todo es oro, en la Cordillera Oriental de Colombia, asociaron
pronto y fácilmente esa leyenda con las ceremonias de ofrenda que estos
indígenas celebraban en las lagunas del altiplano. La descripción de Juan
Rodríguez Freyle, de 1636, en su libro Conquista y descubrimiento del Nuevo
Reino de Granada
Tierra buena, tierra buena!
¡Tierra que pone fin a nuestra pena!
Tierra de oro, tierra bastecida,
Tierra para hacer perpetua casa,
Tierra con abundancia de comida,
Tierra de grandes pueblos, tierra rasa,
Tierra donde se ve gente vestida,
y a sus tiempos no sabe mal la brasa:
Tierra de bendición, clara y serena,
Tierra que pone fin a nuestra pena!
—Juan de Castellanos
Restos del obsevatorio astronomica |
«Era costumbre entre estos naturales que el que había de ser
sucesor y heredero del señorío o cacicazgo de su tío, a quien heredaba, había
de ayunar seis años metido en una cueva que tenían dedicada y señalada para
esto, y que en todo este tiempo no había de tener parte con mujeres, ni comer
carne, sal ni ají y otras cosas que les vedaban; y entre ellas que durante el
ayuno no habían de ver el sol, sólo de noche tenían licencia para salir de la
cueva y ver la luna y estrellas y recogerse antes que el sol los viese. Y
cumplido este ayuno y ceremonias se metían en posesión del cacicazgo o señorío,
y la primera jornada que habían de hacer era ir a la gran laguna de Guatavita a
ofrecer y sacrificar al demonio (sic) que tenían por su dios y señor.
La ceremonia que en esto había era que en aquella laguna se
hacía una gran balsa de juncos, aderezábanla y adornábanla todo lo más vistoso
que podían, metían en ella cuatro braseros encendidos en que desde luego
quemaban mucho moque, que es el sahumerio de estos naturales, y trementina, con
otros muchos y diversos perfumes. Estaba a este tiempo toda la laguna en
redondo, con ser muy grande, y hondable de tal manera que puede navegar en ella
un navío de alto bordo, la cual estaba toda coronada de infinidad de indios e
indias, con mucha plumería, chagualas y coronas de oro, con infinitos fuegos a
la redonda; y luego que en la balsa comenzaba el sahumerio lo encendían en
tierra, en tal manera, que el humo impedía la luz del día. A este tiempo
desnudaban al heredero en carnes vivas y lo untaban con una tierra pegajosa y
lo espolvoreaban con oro en polvo y molido, de tal manera que iba cubierto todo
de este metal. Metíanle en la balsa, en la cual iba parado, y a los pies le
ponían un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su dios.
Entraban con él en la balsa cuatro caciques, los más principales, sus sujetos,
muy aderezados de plumería, coronas de oro, brazales y chagualas y orejeras de
oro, también desnudos, y cada cual llevaba su ofrecimiento.
Textil |
Los gobernantes muiscas estaban más enfrascadodos en sus guerrras civiles, y los españoles en sus conquistas y se van adelantando en territorio colombiano.Gonzalo Jiménez de Quesada partió de Santa Marta el 6 de
abril de 1536, a la cabeza de quinientos infantes, entre ellos Gonzalo Suárez
Rendón, fundador de la ciudad de Tunja, y con ochenta caballos, con el fin de
explorar las montañas de las riberas del río Magdalena.64 El primer
asentamiento al que llegaron fue a Tora de las Barrancas Bermejas, actual
Barrancabermeja, en donde tuvieron noticias de una civilización que les llamó
la atención debido al hallazgo de vasijas con sal y mantas de algodón.64 65 Después
de un año llegaron los conquistadores a tierras habitadas por el pueblo muisca.
Solamente ciento sesenta y seis hombres y unos pocos caballos habían coronado
la cumbre de los Andes colombianos; el resto de la expedición había perecido a
causa de las enfermedades.
En febrero de 1537 salieron los españoles de las inmediaciones
de Vélez, y marcharon al sur, pasando por los poblados muiscas de Ubazá, Turca
o Pueblohondo, Sorocotá, Moniquirá, Susa, Tinjacá y Guachetá, adonde llegaron
el 12 de marzo de 1537. Luego pasaron por Lenguazaque, Cucunubá, Suesuca,
Nemocón y Busongote.66 El 5 de abril llegaron a Chía, y acamparon en los cerros
de Suba, desde donde vieron numerosos bohíos y columnas de humo. Aquella sabana
que divisaron desde Suba fue llamada por Quesada el Valle de los Alcázares.65
Dos comisiones fueron enviadas a buscar un lugar donde
asentar la tropa.64 Mientras la primera tomó rumbo hacia el occidente de
Bacatá, en un principio llamada "Facatá", sede real del zipazgo; la
segunda se dirigió hacia el oriente, comandada por Pedro Fernández de
Valenzuela, quien encontró un caserío llamado Teusaquillo, por donde pasaba una
quebrada que luego se llamaría San Bruno, afluente del río Vicachá, llamado San
Francisco por los españoles.
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