Introducción:
Escultura al Mencey Beneharo en Candelaria, Canarias |
Quizás todo lo de la entrada del blog no os suene, como a mí. Bimbachos,
benahoritas etc, pero lo de guanches me es familiar.
Mirando en la historia de Canarias me aproximo a todos los términos
de la entrada. Y me propuse dos cosas escribir sobre los aborígenes
canarios y el origen de la antigua población canaria, y por aquí empezare.
Una cosa curiosa que me sorprendió, primera que en el momento
de la conquista habría alrededor de 160.000 aborígenes en toda Canarias.
Segunda las lenguas bereberes de Canarias,
estas últimas fueron unas etnias relacionadas bereberes.
Aborígenes canarios se aplica genéricamente a los diversos
pueblos de origen bereber que habitaban las islas Canarias antes de la
conquista castellana, que ocurrió entre 1402 y 1496. Se los califica como
"aborígenes", siendo también conocidos como antiguos canarios y de
manera mayoritaria como guanches, pese a que el término originalmente se
refería sólo a los aborígenes de etnia bereber de la isla de Tenerife.1 2 Otros
nombres de uso minoritario son indígenas canarios.
Los aborígenes de las islas Canarias fueron el único pueblo
nativo que habitó en la región macaronesia, ya que en las islas Azores, Cabo
Verde, Madeira e Islas Salvajes, no se ha constatado de ninguna cultura nativa
antes de la llegada de los europeos a estos archipiélago
Términos específicos para los aborígenes canarios de cada
isla:
Guanche |
Distintas fuentes sostienen que los pobladores aborígenes de
cada isla utilizaban autónimos específicos.1 4 Sin embargo el Dr. José Farrujia
afirma que esos términos son modernos o "modismos" sin carácter
histórico.[cita requerida]
El Hierro -
Bimbaches.
La Palma -
Benahoaritas o auaritas.
La Gomera -
Gomeritas o Gomeros.
Tenerife -
Guanches.
Gran Canaria -
Canarios.
Fuerteventura y
Lanzarote - Majos.
De donde son originarios:
Se desconocen por el momento las circunstancias en que esta
llegada se produjo, aunque se ha teorizado acerca de si la arribada pudo estar motivada
por la expansión de otras civilizaciones, como la fenicia - púnica o la latina,
en la zona del actual Magreb, pudiendo tratarse de tribus norteafricanas
rebeldes a la ocupación romana o bien poblaciones trasladadas a las islas para
comerciar con ellas. Tampoco se puede descartar por lo pronto que estas
poblaciones llegasen a las Canarias con sus propios medios, si bien pudiese
resultar contradictorio con el aislamiento insular y el desconocimiento de la
navegación que al parecer encontraron los europeos en el momento de la
Conquista. En cualquier caso, durante casi dos mil años, los llamados
aborígenes canarios poblaron las islas y trataron de adaptarse a sus
particularidades medioambientales, creando con ello formas culturales y
adaptativas propias, así como asociando su universo religioso, social, político
y económico a la realidad geográfica y natural de las islas. Esta evolución
propia, que terminaría definiendo siete culturas insulares bien diferenciadas
entre sí (una por isla), continuaría hasta que se produjo la conquista de
Canarias, iniciada en Lanzarote en 1402 y finalizada en Tenerife en 1496, por
iniciativa de la Corona de Castilla.6
En la actualidad parece totalmente aceptada la hipótesis del
origen bereber de los primeros pobladores de Canarias. Esta teoría se ha visto
afianzada por evidencias en la cultura material, que entronca a los aborígenes
canarios con las culturas nativas norteafricanas, así como por su universo
mágico-religioso, emparentado con la religiosidad de los antiguos amazigh.
Desde un punto de vista genético, un 55% de los linajes maternos aborígenes
tienen sus homólogos más cercanos en el Magreb. Sin embargo, éstos no incluyen
al haplogrupo U6b1, por lo que el origen concreto de los primeros pobladores
sigue presentando ciertas dudas.7 Otra evidencia del origen bereber de los
aborígenes canarios son los restos de escritura, catalogada como líbico -
bereber (como en Garafía o el Julán), idénticas a otras encontradas en Libia o
Argelia. También las palabras recogidas por los conquistadores, la toponimia o
el sistema de numeración muestran un claro parentesco con las lenguas bereberes
con el idioma de los aborígenes canarios (ver Piedra Zanata, una de las piezas
más importantes de la protohistoria canaria y norteafricana). Para el guanche
propiamente dicho (lengua de Tenerife) se conocen algunos numerales más: 11
benirmarago, 12 linirmarago, 13 amieratmarago, 14 acodatmarago, 15
simusatmarago. Las formas en -t son formas femeninas, que son las formas
corrientes usadas para contar (las masculinas se usarían como determinantes de
nombres masculinos).
Representación de un poblado aborigen. |
Por sus características físicas, se ha catalogado a los
aborígenes canarios en dos subgrupos raciales: los cromañoides, de cara más
ancha y robusta y menor estatura, y los mediterranoides, de rostro más fino y
recto y mayor talla corporal.
La colonización de las islas por norteafricanos se produjo
probablemente en diversas migraciones, a las que contribuyó la desertización
del Sáhara y el empuje de los establecimientos fenicios y romanos en el norte
de África. Importaron animales domésticos (cabras, ovejas, cerdos y perros),
que cambiaron por completo la frágil ecología de las islas, e introdujeron el
trigo, los guisantes y la cebada.
Se sabe que la llegada de los aborígenes al archipiélago
provocó la extinción de algunos grandes reptiles y mamíferos insulares, como
por ejemplo, el lagarto gigante Lacerta goliath y la Lacerta maxima (que podían
llegar a alcanzar hasta un metro o más) la Canariomys bravoi (rata gigante de
Tenerife) y la Canariomy.
Estructura social:
La sociedad aborigen canaria era patriarcal y matrilineal, y
estaba dividida en estratos definidos por la riqueza, en cabezas de ganado
especialmente. Cada isla se dividía en territorios cuyo rey era el guanarteme
(Gran Canaria) o mencey (Tenerife). El sistema de clase era también diferente
en cada una de las islas, y sólo se ha identificado claramente para los casos
de Gran Canaria y Tenerife, donde se puede resumir con las categorías de nobles
(habiendo varias categorías dentro de ésta) y pueblo. La pureza de sangre entre
los nobles de alto rango era absoluta, y para llegar a ser mencey se tenía que
demostrar dicha pureza. Para el caso concreto de Tenerife, según Juan Núñez de
la Peña, se distinguían tres grupos sociales:
Achimencey >
*ašimenzey, 'sucesor del mencey' - noble, hidalgo
Cichiciquitzo >
*šičizikkičo, 'calidad opulenta' - servidor soldado
Achicaxna >
*ašikkasnay, 'trasquilado, calidad humilde' - villano
Nótese que los términos con los que se identifican a las
distintas categorías son similares a los existentes en la Europa de la Baja
Edad Media. Esto se debe a que los cronistas extrapolaron la terminología
propia de la organización social de la Europa medieval al caso insular.
Posiblemente el Guanarteme o Mencey poseía la propiedad de
la mayor parte del ganado. También se plantea la posibilidad de que el mencey
también poseyera la propiedad de las canteras de extracción de materia prima
para la producción lítica.
La justicia se impartía en la plaza pública ('tagoror' en
Tenerife, 'sabor' en Gran Canaria) por un grupo de notables, y según los
primeros visitantes de las islas era extremadamente dura.
Se han encontrado pruebas de infanticidio femenino y
poliandria en varias islas. Este hecho se ha interpretado como una adaptación
cultural a la escasez de recursos en forma de control poblacional. Su
estructura cultural era muy similar a la de otros pueblos antiguos que quedaron
aislados durante siglos, tales como los maoríes de Nueva Zelanda o los
aborígenes australianos en Australia.
Desarrollo tecnológico y cultural:
Según la clásica catalogación histórica, que toma como
referencia el desarrollo tecnológico de los pueblos, los aborígenes canarios
han sido definidos como pueblos neolíticos ("piedra nueva", o
pulimentada). Sin embargo, este horizonte cultural está determinado por las
circunstancias del medio natural que los primeros pobladores de Canarias
encuentran a su llegada a las islas, ya que entre otros, estas carecen de
metales debido su origen volcánico. A pesar de ello, los pueblos aborígenes se
caracterizan por tener un desarrollo cultural avanzado, correspondiente a un
horizonte cultural protohistórico. Se trata pueblos con rasgos culturales
propios del ámbito bereber norteafricano, probablemente influenciados por las
culturas fenicio - púnica e incluso latina, dado el contacto de estas
civilizaciones con los nativos del norte de África en los tiempos de la
expansión fenicia y romana.
Desarrollo tecnológico y cultural:
Según la clásica catalogación histórica, que toma como
referencia el desarrollo tecnológico de los pueblos, los aborígenes canarios
han sido definidos como pueblos neolíticos ("piedra nueva", o
pulimentada). Sin embargo, este horizonte cultural está determinado por las
circunstancias del medio natural que los primeros pobladores de Canarias
encuentran a su llegada a las islas, ya que entre otros, estas carecen de
metales debido su origen volcánico. A pesar de ello, los pueblos aborígenes se
caracterizan por tener un desarrollo cultural avanzado, correspondiente a un
horizonte cultural protohistórico. Se trata pueblos con rasgos culturales
propios del ámbito bereber norteafricano, probablemente influenciados por las
culturas fenicio - púnica e incluso latina, dado el contacto de estas
civilizaciones con los nativos del norte de África en los tiempos de la
expansión fenicia y romana.
Hábitat:
Los aborígenes canarios vivían principalmente en cuevas
naturales o en tubos volcánicos, aunque también existían refugios de piedra,
cabañas y poblados en superficie, existiendo diferencias notables en el tipo de
hábitat dependiendo de la isla. Así, por ejemplo, en Lanzarote las viviendas,
que constituían poblados, eran generalmente construidas en piedra seca y
techadas con falsa bóveda, siguiendo un esquema constructivo similar al de las
"casas hondas", documentadas en la zona del Atlas Medio. Mientras, en
Gran Canaria encontramos tanto poblados de casas construidas en superficie,
como se observa en el parque arqueológico de la Cueva Pintada en Gáldar, así
como viviendas en cuevas, bien naturales o bien labradas en la piedra, como el
caso de Ansite o Guayadeque. En las restantes islas el hábitat más habitual era
la cueva natural.
Habitad:
Los aborígenes canarios vivían principalmente en cuevas
naturales o en tubos volcánicos, aunque también existían refugios de piedra,
cabañas y poblados en superficie, existiendo diferencias notables en el tipo de
hábitat dependiendo de la isla. Así, por ejemplo, en Lanzarote las viviendas,
que constituían poblados, eran generalmente construidas en piedra seca y
techadas con falsa bóveda, siguiendo un esquema constructivo similar al de las
"casas hondas", documentadas en la zona del Atlas Medio. Mientras, en
Gran Canaria encontramos tanto poblados de casas construidas en superficie,
como se observa en el parque arqueológico de la Cueva Pintada en Gáldar, así
como viviendas en cuevas, bien naturales o bien labradas en la piedra, como el
caso de Ansite o Guayadeque. En las restantes islas el hábitat más habitual era
la cueva natural.
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