Río Caqueta |
Introducción
Chamanismo
El nombre "andakí" o "daakí", está ligado al consumo ritual del yajé. Para algunas lenguas indígenas, andakí y yajé son sinónimos. Para conocer el "espíritu del yajé" y la disposición de éste, se requiere un preparado especial, que los chamanes denominan "andakí", e incluye el uso de las flores del "borrachero" (Brugmansia). Estas flores son identificadas con la inmensa flor mítica de borrachero que se convirtió en el sol, tras ser penetrada y fecundada por el yajé, que se elevó tras ser probado por los hombres (Ramírez y Pinzón 1987, 198). Por otra parte, los chamanes inga, reconocen el papel que tuvieron los andakí, para adquirir su conocimiento del yajé.
Resistencia:
En principio formaron parte de la Federación Pijao con el ataque al asentamiento invasor de Francisco Díaz en 1637 y reportado en acta del cabildo de Timaná el 28 de enero de 1637. La resistencia andakí a la conquista se prolongó hasta el siglo XVIII. En 1721 tuvo lugar una sublevación general de las tribus del Putumayo y Caquetá, que contó con la participación Andakí, Tama y "Mocoa" (Friede 1953, 24, 241). A la resistencia activa mediante sublevaciones y ataques a las misiones y pueblos de colonos, se unía una resistencia pasiva, económica, mediante las relaciones de intercambio entre los Andes y la selva, las cuales incluían el chamanismo y por tanto el curanderismo, como poder cultural y la participación en la vida de las dos regiones (Ramírez 1979).
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