Introducción:
Quepoa
Periodo histórico siglo X - 1746
Raíz étnica Boruca
Idioma quepo
Principales ciudades Quepos
Región Pacífico sur de Costa Rica
Correspondencia actual Bandera de Costa Rica Cantones de
Parrita y Quepos, Puntarenas.
Reyes/líderes Corrohore
Pueblos relacionados borucas, muiscas
Pendiente de oro con forma de tortuga, de la cultura de los quepoa |
Los quepoa, también llamados
quepos, fueron una etnia amerindia de Costa Rica, que a la llegada de los
españoles a este país en el siglo XVI, se encontraban gobernados por el rey
Corrohore y habitaban en la costa pacífica cerca de lo que hoy es el Parque nacional
Manuel Antonio, en el llamado Cacicazgo de Quepo. Los quepoa, emparentados con
los boruca del sur de Costa Rica y los muiscas de Colombia, tuvieron su propia
cultura e idioma, los cuales se hallan hoy extintos, aunque el nombre pervive
como un topónimo en la ciudad de Quepos, en el cantón de Quepos de la provincia
de Puntarenas.
Las crónicas españolas describen
a los quepoa como un pueblo que vivía de la agricultura y la pesca, con un
asentamiento principal cerca de la actual ciudad de Quepos. Su cultura,
perteneciente al Área Intermedia, se caracterizó por la manufactura de objetos
de oro, pero además eran un pueblo guerrero, pues tenían enfrentamientos con
los huetares y los coctú.
Territorio:
El cacicazgo de los quepoa se
encontraba en la región del Pacífico sur de Costa Rica. Estaba delimitado por
el río Parrita al noreste, el río Grande de Térraba al sureste, las montañas
del sur del Valle Central al norte y el Océano Pacífico al sur. Colindaba con
los reinos huetares de Pacaca y Aserrí por el norte, y con los territorios de
los borucas por el sureste. Su principal asentamiento fue la ciudad de Quepos,
ubicada en una colina desde la cual se podía vigilar el océano, cerca de donde
se encuentra actualmente el Hotel Mariposa, en el área del Parque nacional
Manuel Antonio, cerca de la desembocadura del río Savegre.
La ciudad consistía
en una serie de casas circulares o palenques, similares a los que se pueden
observar en el Monumento Nacional Guayabo de Turrialba, aunque sin las bases de
piedra que caracterizan a este sitio. El lugar donde se encuentra la antigua
Quepos, sin embargo, muestra también indicios arqueológicos previos a la
llegada de los quepoa, como la existencia de viviendas rectangulares. Se cree
que los quepoa habitaban en esta zona durante el invierno, mientras que en el
verano emigraban a las cercanías de la desembocadura del río Naranjo, en la
isla Mogote, donde vivían de la pesca y la caza de tortugas, así como del buceo
para buscar perlas. Este pueblo también se ubicó en las planicies cercanas al
río Parrita, donde la tierra es llana y cultivable, en contraste con la zona
montañosa donde se ubica la actual ciudad de Quepos.
Historia:
Se considera al pueblo de los
quepoa como una subtribu de los boruca. Ambos pueblos se encuentran, a su vez,
emparentados con los muiscas de Colombia, y pertenecen a la región arqueológica
del Pacífico sur de Costa Rica, en la llamada Área Intermedia. Los quepoa se
asentaron en la zona del pacífico central de Costa Rica cerca de 950 a 900 años
antes de nuestra era, luego de emigrar desde Sudamérica.
Se cree que
originalmente, tanto quepos como borucas habitaron en las cercanías de uno de
los brazos del río Amazonas que desciende desde los Andes hacia Colombia, y que
en su viaje hacia Costa Rica, poblaron muchas de las islas del Caribe de Panamá
y el sur de Costa Rica. Dichos grupos se desplazaron hacia el norte en el siglo
X consecuencia de la toma de Cuzco, en Perú, por los incas.
Es poco lo que se conoce de los
quepoa antes de la llegada de los españoles a América. En 1519, la región de
Quepos fue visita por el conquistador español Juan Ponce de León. En sus
crónicas, Ponce de León describe que desde la costa pudo observar a cerca de
1000 guerreros lanzando gritos de guerra y agitando sus lanzas en forma
amenazadora, lo que causó que los describiera como «indios bravos» en una carta
enviada al rey Felipe II, y decidió no descender a tierra.
En 1563 se dio el primer contacto
entre los españoles y los quepoa cuando el alcalde mayor de Costa Rica, Juan
Vázquez de Coronado, arribó al sitio con setenta soldados españoles y ciento
diez indígenas auxiliares bajo el mando de los reyes huetares Aczarri, Yorustí
y Turrubara. Los huetares y los quepoa eran enemigos, y el cacique Aczarri
había persuadido a Vázquez de Coronado de viajar a Quepo, pues éste tenía el
objetivo de reclutar más indígenas para una proyectada exploración a la región
de Turucaca, donde se creía que había muchas riquezas auríferas. En el momento
de la llegada de Vázquez de Coronado, la población de Quepo ascendía a unas 1
500 personas o familias, gobernadas por el rey Corrohore.
Los quepoa habían
sufrido recientemente una derrota a manos de guerreros de la nación de Coctú,
otro reino indígena ubicado en las márgenes de los ríos Sierpe y Térraba. Estos
guerreros habían secuestrado a la hermana del rey, Dulcehe, posiblemente en una
disputa de linaje, pues los derechos de herencia real entre estos pueblos se
daban por vía matrilineal.
El rey Corrohore accedió a
someterse a la autoridad española a condición de que Vázquez de Coronado les
ayudase a rescatar a Dulcehe, que fue liberada tras un asalto conjunto de los
españoles y los quepoa a los fuertes de los cotos. Se menciona que después de
esto, la princesa Dulcehe, bautizada y cambiado su nombre a Doña Inés, se casó
y tuvo descendencia con uno de los oficiales de Vázquez de Coronado, el capitán
portugués Antonio Álvarez Pereyra.
El Parque Nacional Manuel Antonio fue el principal territorio ocupado por la civilización de los quepoa antes del arribo español. |
Los españoles fundaron una misión
franciscana en la ciudad de Quepos, San Bernardino de Quepos, y establecieron
el Corregimiento de Quepo. En 1569, cuando todavía el rey Corrohore gobernaba
Quepo, el gobernador Perafán de Rivera instituyó en Costa Rica la encomienda y
asignó Quepo a la Corona. En 1592, el sacerdote a cargo de la misión de San
Bernardino, fray Juan Pizarro, fue ahorcado por la tribu de los quepoa, luego
de que el padre mandase azotar al cacique y algunos de sus principales.
La población de quepos y borucas
fue disminuyendo en los siglos posteriores por diferentes razones: conflictos
locales entre los distintos grupos indígenas, presiones por parte de los
españoles que los hizo desplazarse a las zonas montañosas menos fértiles,
mezclas consanguíneas y mestizaje tanto con españoles como con otros grupos
indígenas, nuevas enfermedades provenientes del Viejo Mundo, su venta como
esclavos a Nicaragua, etc. Para inicios del siglo XVII, solamente quedaban unos
250 individuos.
En 1659, solamente se registraron 18 individuos que pertenecían
a la etnia quepoa en un censo realizado en el Corregimiento de Quepo. Entre
1709 y 1722, la región fue blanco de incursiones piratas, sobre todo por parte
del inglés John Clipperton, quien hizo amistad con los quepoa, aprendió su
idioma e incluso se refugiaba entre ellos después de sus fechorías en Panamá.
En 1746, cuando fue oficialmente cerrada la misión de San Bernardino, los pocos
quepoa que quedaban fueron trasladados a una reserva donde se hallaban los
boruca, en la Península de Osa en el sur, muy lejos de su territorio original.
Cultura:
La cultura de los quepoa
perteneció al Área Intermedia de América. Los hallazgos arqueológicos
localizados en la zona de Quepos y en Manuel Antonio evidencian que los quepoa
fueron una tribu dedicada a la caza, la pesca de tortugas, el buceo de perlas.
Eran hábiles artesanos y orfebres. Eran también un pueblo guerrero, incluidas
las mujeres. Sabían usar la lanza, el arco y la cerbatana con dardos
envenenados. Consideraban sagrada la isla Mogote, ubicada frente a la playa de
Manuel Antonio. En esta isla hay una caverna donde habitaba el sukía, que
realizaba diversos rituales y ceremonias, sobre todo en la época de desove de
las tortugas.
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