Introducción:
Raizales es la manera con la que
se define la cultura característica propia del Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina. Si bien estos son conocidos también como
sanandresanos, lo cierto es que dicho gentilicio corresponde en sentido amplio
a un grupo más diverso que incluye a los inmigrantes a las islas durante el
siglo XX. Los raizales en cambio se entienden aquellos que tienen una identidad
definida basada en su historia, sus manifestaciones culturales, su lengua (el
sanandresano) y su identidad.
Los raizales guardan una fuerte
relación cultural con los pueblos antillanos como Jamaica y Haití. De acuerdo a
los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia
del 2005, los raizales suman 40.201 personas en el departamento conformando el
56.98% de la población total.
costa mosquitos |
De acuerdo a los estudios de la socióloga
Adelaida Cano Schütz, la cultura raizal es un discurso construido a partir de
1991 cuando el Estado colombiano reconoció la existencia e identidad de este
pueblo. En los últimos tiempos han defendido su identidad como pueblo indígena,
categoría que les permite mayores posibilidades de defensa cultural frente al
Estado y frente a la comunidad internacional. La palabra "raizal" es
posterior a 1991 y nace de los discursos de defensa de los derechos raizales y
fue acuñada con el ánimo de diferenciar a la población original de las islas de
los grupos provenientes de las inmigraciones del siglo XX de la Colombia
continental. Sin embargo, algunos estudiosos del tema concluyen que dicho
término desconoce la evidente mezcla y excluye a los demás isleños. Los
raizales sanandresanos guardan una estrecha relación con los indígenas de la
Costa de Mosquitos del oriente nicaragüense.
Historia:
La génesis del pueblo raizal se
presenta desde el siglo XVII cuando los británicos decidieron asentarse en las
islas que estaban más bien ignoradas por España. Los británicos dieron inicio a
plantaciones de tabaco y algodón para lo cual comenzaron a traer esclavos
africanos, especialmente de las colonias inglesas del mar Caribe. Los
británicos impusieron la lengua inglesa y su religión, sin embargo, los
esclavos africanos conservaron sus dialectos. El inglés era utilizado para la
liturgia, en la iglesia, mientras la lengua ancestral sería utilizada dentro
del ámbito familiar. Sin embargo, se presenta una rápida fusión de lenguas que,
sin embargo, preserva las raíces africanas kwa como el twi, el ewé y el ibo y
también las lenguas mende y mandinga.
Hacia finales del siglo XVIII
España inicia la reconquista de las islas, pero permite que los ingleses
permanezcan bajo promesa de fidelidad a la Corona. De esta manera, las islas
guardarían una fuerte relación con el mundo antillano anglófono que contribuiría
al moldeamiento de su cultura y con las comunidades indígenas de la Costa de
Mosquitos. En 1845 se fundó la Iglesia Bautista que tendría un papel clave en
el moldeamiento de la cultura raizal y que fue la auténtica autoridad
organizativa en las islas desde aquella época.
Con las batallas por la
independencia de España en las primeras décadas de siglo XIX, Colombia aseguró
la soberanía política sobre las islas, sin embargo no se preocupó de una
integración cultural a la vida nacional durante ese siglo.
Colombianización:
En el siglo XX dos factores
harían que Colombia se interese en una integración de las islas a la vida
nacional: la primera está marcada con la Constitución colombiana de 1886 y la
segunda con la Separación de Panamá, lo que generó un proceso de asimilación
cultural conocido como colombianización, que consistía en promover el uso del
idioma castellano y la conversión al catolicismo con el envío de varias
misiones para ese fin.
Pero el momento determinante de
la llamada colombianización se presentaría en 1953 cuando el General Rojas
Pinilla declaró a San Andrés como puerto libre y motivó una inmigración
incontrolada desde el continente. Los continentales que se asentaron eran
provenientes de la Costa Atlántica, así como árabes colombianos. Si bien la
política de colombianización tenía la intención de integrar las islas a la vida
nacional y de ejercer soberanía, dicho proceso no hizo otra cosa que crear un
conflicto que atentó contra la cultura e identidad raizal.
Los esquemas económicos, sociales
y políticos traídos por los continentales de base hispanista y católica,
segregaron las estructuras que los raizales ya tenían desde siglos antes. Este
conflicto ocasionaría resentimientos en lugar de lograr lo esperado e
introduciría dos clases sociales: los raizales y los continentales (llamados
por estos como paña) y los primeros con una sensación de marginación en su
propia tierra. Por otra parte, se empezó a presentar el problema de la
sobrepoblación y la escasez de recursos lo que en la actualidad es una de las principales
dificultades con la isla de San Andrés como una de las más densamente pobladas
del mundo: más de 70 mil personas viven en el espacio de 44 kilómetros
cuadrados, es decir más de 1.500 personas por kilómetro cuadrado.
La raza:
Por lo general se piensa en el raizal como de raza negra y
de origen africano, pero este es otro elemento que desconoce la cultura raizal,
conformada también por un fuerte elemento británico. No todos los raizales son
negros y el sistema legislativo colombiano que ha pretendido regir en San
Andrés y que incluye a los raizales dentro de los afrocolombianos, ha sido
sistemáticamente ignorado por ellos mismos. Lo que no se puede ignorar, es que
los raizales defienden su elemento británico más que el africano, como dice la
socióloga Cano:
La sociedad isleña
de este periodo se identificaba con los patrones culturales dejados por los
ingleses y mantenidos durante varias décadas de contacto con las otras islas
angloparlantes, con Estados Unidos y con Inglaterra. Esta identificación del
isleño frente a la cultura anglosajona se ha transmitido de generación en
generación y es lo que ha recreado el universo cultural del isleño. En este
sentido, la música o la comida tienen altos componentes ingleses, mientras que lo
africano, o lo que pueda tener vestigios de esto es rechazado, al ser
considerado "primitivo" (Clemente, 1991, citado por Cano).
Después de su reconocimiento como etnia en la Constitución
de 1991, los raizales iniciaron un proceso de definición de lo que ello
significa y las implicaciones sociales y jurídicas dentro del contexto nacional
colombiano. De esta manera, llegaron a un concepto aún más complejo:
determinaron que son un pueblo indígena conforme lo definido en el Convenio
1697 que establece los siguientes criterios para reconocer a un pueblo como
indígena:
1º Aquellos cuyas condiciones sociales,
culturales y económicas son diferentes de la colectividad nacional y están
regidos por costumbres y tradiciones propias o por legislaciones especiales.
2º Los que descienden de las poblaciones que
habitaban el territorio con anterioridad a conquistas o colonizaciones, o antes
del establecimiento de fronteras actuales.
3º Que tengan
conciencia de su propia identidad tribal y cultural.
De esta manera los raizales se acogieron a este convenio
internacional y al adquirir el estatus de indígenas, garantizaron aún más la
defensa de su identidad étnica.
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