Introducción:
Nahuas
Otros nombres Nahuatlacatl (autónimo)
Ubicación México, El Salvador, Nicaragua
Idioma Náhuatl clásico, náhuatl central, náhuatl huasteco, pipil y español
Religión Mayoritariamente católicos, algunos creyentes en la religión azteca y unas minorías
evangélicas principalmente en El Salvador.
Asentamientos importantes
1.º México (población total, 2005)
2.690.089 hab.
.2º El Salvador (población total, 2005):
.333 hab.
3.º Nicaragua (población total, 2005):
se desconoce hab.
4.º Diáspora:
Estados Unidos: 170.256 hab. hab.
5.º
Guatemala: 1.120 hab. hab.
Los nahuas son un grupo de
pueblos nativos de Mesoamérica, al que pertenecen los mexicas y otros pueblos
antiguos de Anáhuac que tenían en común la lengua náhuatl. El término mexicano
es su autodenominación posterior a la fundación de Mexico, así como mexicanero
(en el estado de Durango). Su nexo principal era su lengua, el náhuatl o
mexicano (en el sur de Mesoamérica o nahuat (en algunas regiones costeras),
además de grandes similitudes en su religión y cosmovisión.
Son nahuas los pueblos
prehispánicos de Tlaxcala, Chalco, Cholula y Acolhuacán. Los mexicas destacan
por la fundación de Tenochtitlán, en 1325, y por su influencia sobre otros
pueblos de la región, en lo que actualmente son los estados de Guerrero, Hidalgo,
Estado de México, Morelos, Michoacán y Puebla; así como porciones menores de
Oaxaca, San Luis Potosí y Veracruz.
Los Nahuas o Naua arribaron al
centro de México, y por tanto a tierras que posteriormente formarían parte del
Estado de México, después de los chichimecas y constituyeron, como anota
Clavijero, “... siete tribus de una misma nación... los Xochimilcas, Chalcas,
Tepanecas, Colhuas, Tlahuicas, Tlaxcaltecas y Mexicanos” . Edificaron un
impresionante poder económico, administrativo y guerrero en todo el valle de
México que perduró hasta la llegada de los conquistadores españoles, quienes
impusieron a los pueblos indios una nueva forma de vida y de organización de la
sociedad, basada en la explotación de los recursos humanos y naturales,
característicos del coloniaje.
En el momento de la Conquista de
América por parte de la corona española, los nahuas se habían expandido a la
América Central y contaban con importantes asentamientos en la vertiente del
Pacífico de Nicaragua, en el extremo noroccidental (Tezoatega), y en el istmo
de Rivas a orillas del Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca. Además, había
comunidades nahuas en la boca del río San Juan, así como en la región de
Bagaces (Costa Rica) y en la cuenca del Sixaola, en la región fronteriza entre Costa
Rica y Panamá.
Los nahuas eran nombrados
diferente según la región donde habitaban:
en México se llamaron Aztecas o Mexicas
en Guatemala y El Salvador, Pipiles
Historia:
Hombre nahuatlato trabajando su tierra en Morelos. |
La presencia probable de los
nahuas en Mesoamérica es relativamente reciente y se sitúa en torno al 500 d.
C. o incluso después. De acuerdo con las leyendas mēxicas, que se remontan a
hechos sucedidos entre los siglos XI y XIII, los nahuas, antecesores de los
mexicas, eran originarios de una tierra pantanosa llamada Āztlán (= 'Tierra de
garzas'). Este nombre es la base del nombre de la historiografía moderna āztēca
(= '[habitante] de Aztlán') para referirse de manera inexacta a los mexicas de
Tenochtitlán, los alcohuas de Texcoco y los tepanecas de Tacuba. Los nahuas de
la Triple Alianza también eran descendientes de los pueblos de Aztlán, pero la
denominación usada por los cronistas era Aztepanecas.
Por otra parte las evidencias
arqueológicas y lingüísticas sugieren que entre el siglo V y el siglo XIII, los
pueblos nahuas establecieron la lengua desde el occidente y centro de
Mesoamérica, hasta tan al sur como Veracruz, Chiapas, el estrecho de Tehuantepec,
Guatemala, Cuzcatlán (El Salvador), Señorío de Nicaraocallí (actual puerto
lacustre de San Jorge) y Ometepe (Nicaragua).
En el período histórico,
parcialmente documentado en las fuentes mexicas, y tras haber entrado en
Mesoamérica procedentes del norte, pudieron haber estado implicados en el
colapso de Teotihuacán (c. 800 d. C.). Más tarde la clase dominante de la
cultura tōltēca (siglos X a XII) habría sido nahua, o al menos parece haber
usado la lengua náhuatl. Tras el colapso de este estado los mexicas
descendientes de los nahuas fundaron Méhxico-Tenōchtítlān, finalmente
conquistado por los españoles en el siglo XVI. Después de esa fecha el náhuatl
continuó siendo la lengua principal de México por un largo tiempo. Aunque
declinó de manera importante durante los siglos XVIII y XIX, sigue siendo usado
actualmente por cerca de dos millones de personas.2
Sus costumbres de vida se fueron
transformándo de manera lenta. Poblaron el territorio de México actual donde
ocurrió un cambio trascendental: el descubrimiento del maíz.
Además, el cambio de flora y
fauna fueron determinantes para desarrollar la vida nómada y para influir en
los asentamientos, como en las poblaciones coloniales.
Tamaulipas se pobló
fundamentalmente con dos tipos de grupos humanos: por una parte, la región
septentrional es ocupada por conjuntos nómadas; la frontera de tales naciones,
como las llama Alejandro Prieto, fue el Trópico de Cáncer; y, por otro lado,
los desarrollados hacia el sur de esta línea cultural divisoria fueron grupos
sedentarios de tipo mesoamericano. Se dice que estos últimos indígenas llegaron
al territorio mexicano alrededor del año 3875 antes de la era cristiana,
convirtiendo a esta civilización en una de las más antiguas de todo el mundo.
Alejandro Prieto, importante historiador tamaulipeco, señala que una numerosa
nación llamada Nahua apareció en las aguas del Golfo de México a bordo de
embarcaciones rudimentarias provenientes del norte del continente. Llegaron al
Pánuco, atravesaron el territorio hacia el Sur y, en un lugar conocido como los
Llanos de Apan y las riberas del río Atoyac, se establecieron.
Hay alguna confusión sobre la
procedencia de estos nahuas con respecto al nombre verdadero del antiguo reino
de donde vinieron, pues históricamente es nombrado como Chicomostoc,
Amaquemecan o Culhuacán antiguo, sin que nadie pueda asegurar si estos nombres
se refieren a una sola nación primitiva del Norte o a tres distintas.
reserva mahua |
El 22 de enero de 1932, en medio
de la crisis nacional, producida por la caída de los precios del café, Ama
dirigió el levantamiento popular en Izalco. Los alzados tomaron el control del
pueblo y atacaron a los terratenientes y al alcalde municipal. Seis días
después, el 28 de enero, las tropas del gobierno retomaron, el control de la
localidad. La represión gubernamental, contra los sublevados, resultó en la
muerte de cientos de pobladores de Izalco. Feliciano Ama, fue detenido y
ahorcado, aunque algunas versiones señalan que habría sido linchado hasta
morir, siendo después colgado. Según izalqueños, a Feliciano lo colgaron de un
árbol en el parque central Saldaña, del Barrio La Asunción en el municipio de
Izalco, departamento de Sonsonate.
Cosmovisión nahua:
Al centro del universo se encuentra Tlāl-tícpac (= 'en el suelo firme'), porción de la Tierra extendida horizontal y verticalmente, constituye gran parte del mundo visible material. Éste se encuentra rodeado de una inmensidad de agua Tēō-ātl (= 'agua divina') que se prolonga hasta que se reúne con los cielos, esta última es el Ilhuíc-ātl (= 'agua celeste').
Dimensión horizontal:
El universo se distribuye en cuatro cuadrantes o rumbos que
parten desde el mismo ombligo de Tlaltícpac. Mirando hacia el poniente por
donde el Sol se pone, es la casa de oeste y lo simboliza el color blanco; hacia
la izquierda está el sur que se simboliza con el azul; el frente de la casa del
sol (rumbo este) se simboliza por el color rojo que representa la luz, la
fertilidad y la vida; a la derecha del camino del Sol está el cuadrante negro
del universo, el rumbo de la región de los muertos.
Dimensión vertical:
Los cielos eran capas esféricas
superpuestas separadas por travesaños a entender de los propios nahuas. Sobre
los primeros se movían los distintos astros celestes y arriba de estos estaban
las capas donde habitaban los dioses. Existen variantes en la denominación de
los distintos cielos, según la descripción pictórica del códice vaticano A
tenemos que el primer cielo es por donde se mueve la Luna y las nubes,
Ilhuícātl Mētztli. El segundo cielo es el lugar de las estrellas, Citlalco, que
se dividían en dos grandes grupos, las 400 estrellas del norte, Centzon
Mimixcoa, y las 400 estrellas del sur, Centzon Huitznahua.
la fiesta de petición de lluvia entre los nahuas |
El tercer cielo,
Ilhuícatl Tonatiuh, era el cielo por donde el Sol se movía diariamente desde el
rumbo de la luz a su casa. El cuarto cielo, Ilhuícatl huitztlan era el cielo de
Venus, que era el planeta mejor estudiado por los nahuas y asociado a
Quetzalcóatl. Las estrellas humeantes o Citlalin Popoca como se llamaba a los
cometas pertenecían al quinto cielo. El sexto y séptimo cielo son los de la
noche y el día. El octavo está en disputa; la versión más aceptada es que es el
lugar de las tempestades. El noveno, décimo y undécimo; blanco, amarillo y rojo
respectivamente, son morada de los dioses, Teteocam (lugar donde ellos viven).
Por último, el duodécimo y décimo tercero constituían la mansión de la
dualidad, Omeyocan, donde habita Ometeótl, región metafísica fuente de
generación y de vida.
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