Introducción:
Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo V d.C. |
Los britanos o britones fueron
los pueblos nativos que habitaron la isla de Gran Bretaña (Albión), los cuales
podían ser descritos como celtas insulares antes de que su lengua y cultura
fueran reemplazadas por las de los invasores anglosajones.
Estos pueblos hablaban lenguas
britónicas y compartían tradiciones culturales comunes. En términos de lengua y
cultura, gran parte de todo el oeste de Europa fue principalmente céltica
durante este periodo, aunque la isla de Gran Bretaña y la Bretaña continental
estuvieron habitadas por celtas britanos.
Los habitantes de Irlanda, la Isla de
Man y Dalriada eran escotos o celtas gaélicos, hablantes de lenguas goidélicas.
Parte de los eruditos en la
materia argumentan que el desconocido idioma picto era de origen britano, si
bien en la Britania prerromana los pictos se distinguían como un grupo
separado, del mismo modo que los escotos de Dalriada. En cualquier caso, el
término britano se refiere tradicionalmente a los habitantes de la antigua
Britania excluyendo a los pictos, ya que muchos de los rasgos culturales pictos
(como por ejemplo, su escultura, alfarería y monumentos) diferían de los de los
britanos.
Relieve de una mujer romano-britana. |
La invasión romana de Britania
(efímera con Julio César y definitiva con Claudio) y la consiguiente romanización
a partir del siglo I supuso la adopción del latín y la civilización romana por
los britanos del sur de la isla de Gran Bretaña, incluido el cristianismo a
partir del siglo IV.
La anarquía propia del final del Imperio romano de
Occidente tuvo graves consecuencias para estas comunidades, que fueron
expulsadas de la isla en el siglo V y sustituidas por los paganos del norte
(pictos y escotos) y por los también paganos invasores germánicos (anglos,
sajones y jutos). Los britanos emigraron por vía marítima a la península de
Bretaña y algunos pocos hasta lugares tan lejanos como Asturias y Galicia,
donde fundaron la diócesis de Britonia.
Etimología:
La primera referencia conocida
sobre los britanos procede del geógrafo griego Piteas, quien realizó un viaje
de exploración al noroeste de Europa entre los años 330-320 a. C. Aunque no se
conserva ninguno de sus escritos, diferentes escritores del periodo imperial
romano ofrecen muchas referencias a los mismos. Piteas llamó a los britanos
Pritani o Pretani, y se refirió a los
territorios donde habitaban como las Islas Pretánicas. Esta terminología pudo
haber llegado a Piteas a través de los galos, quienes podrían haberla usado
para referirse a los habitantes de las islas.
Idioma:
Migraciones de los britones |
A lo largo de su existencia, el
territorio habitado por los britanos se compuso de numerosas áreas, siempre
cambiantes, controladas por tribus. La extensión de su territorio antes y
durante el periodo romano no está clara, pero generalmente se cree que incluía
la totalidad de la isla de Gran Bretaña hasta el istmo de Clyde Forth, al norte
del cual habitaban los pictos. Parte de este territorio picto fue absorbido por
el reino gaélico de Dalriata.
La isla de Man estuvo originalmente habitada por
britanos, aunque también pasó a ser territorio gaélico. Así mismo, se cree que
la isla de Irlanda fue totalmente gaélica durante este periodo.
El Imperio romano invadió
Britania en el año 43. Las tribus britanas se opusieron continuamente a las
legiones romanas, aunque para el año 84 los romanos habían conquistado todo el
territorio hasta el istmo Clyde-Forth.
En el año 115, los nativos se sublevaron
contra sus conquistadores y aniquilaron a las guarniciones romanas de
Eburacum
(York). Como resultado, el emperador romano Adriano visitó Britania en 122 y
comenzó la construcción de una muralla de 117 km conocida como muralla de
Adriano a la altura del golfo de Solway, como límite norte del dominio de Roma.
Años más tarde, su sucesor, Antonio Pío, mandó levantar otra 50 km al norte.
Sin embargo, estas nuevas posiciones defensivas fueron abandonadas tras su
muerte en 161, pasando a ser de nuevo la muralla de Adriano la frontera romana
durante los siguientes doscientos años, un periodo de paz relativa. Aunque las
tribus nativas britanas permanecieron mayoritariamente en sus tierras, quedaron
sujetas al mandato de los gobernadores romanos. El Imperio romano retuvo el
control de Britania hasta su retirada alrededor del año 400, cuando se
iniciaron las invasiones bárbaras de Europa.
Hermanos Bretones-Miras a comienzos de los años 70 |
En los tiempos de la retirada
romana, los pueblos germánicos anglosajones iniciaron sus migraciones hacia la
costa oriental de Gran Bretaña, donde establecieron reinos. De esta forma, las
lenguas y culturas britanas fueron reemplazadas por las de los anglosajones. Al
mismo tiempo, algunas tribus britanas migraron a través del canal de la Mancha
a lo que hoy se conoce como Bretaña, así como a tierras yermas como Cornualles
y el noroeste de Inglaterra, donde se establecieron reinos como Rheged o
Dumnonia.
En estos reinos se desarrolló el idioma bretón. A finales del primer
milenio, los anglosajones habían conquistado la mayor parte del territorio de
Gran Bretaña, extinguiendo el idioma y la cultura de los nativos britanos, que
permaneció sólo de forma residual en la península suroccidental, en las
regiones montañosas de los Peninos y Gales.
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