Introducción:
Los mames son una etnia maya que habita principalmente en el
noreste de Guatemala (617,171)1 y en el sureste de México (23.632).2 El vocablo
mame se deriva del quiché mam que significa padre, abuelo o ancestro. En
Guatemala al igual que en Belice les llaman así a las deidades de la montaña
que riegan los cultivos.
La Etnia mame:
Es muy poco lo que se sabe acerca de la organización
política y extensión territorial de los señoríos mames, durante el posclásico
tardío, no obstante el protagonismo que tuvieron en algunos acontecimientos de
la conquista española, la importancia actual de este grupo y la restauración de
que fue objeto uno de sus centros más notables, conocido con el nombre quiché
(k'iche') de Zaculeu.
Historia Prehispánica:
Antiguamente, los mames ocupaban una gran parte del
Altiplano guatemalteco y frontera serrana mexicana, y antes de que, en el siglo
XIV, se produjera la expansión territorial de la triple alianza quiché,
llegaron a controlar un extenso territorio que comprendía, además de los
actuales Departamentos guatemaltecos de Huehuetenango y San Marcos, casi la
totalidad de los de Totonicapán y Quetzaltenango; así como los municipios
mexicanos de Mazatán, Mapastepec, Motozintla, Mazapa de Madero, Cacahotán,
Unión Juárez y Tapachula.
Los acontecimientos que provocaron la pérdida de los dos
últimos territorios citados en favor de los quichés, y aquélla proviene de
otras fuentes indígenas. Aparte de eso, se desconocen los detalles de dicha
incorporación parcial del territorio y de los habitantes mames al dominio de
sus vecinos.
Parece ser, sin embargo, por lo que indican las fuentes
etnográficas, que no todos los mames abandonaron sus tierras cuando éstas
fueron conquistadas por los quichés, y que, antes bien, muchos plebeyos se
quedaron y fueron sometidos al dominio político del pueblo conquistador. La
persistencia en la región de la tecnología cerámica tradicional de los mames es
una prueba de lo afirmado.
El Señorío Mam de
Zaculeu:
Ciudad de Quetzaltenango |
Con la pérdida de las zonas correspondientes a los actuales
Departamentos de Totonicapán y Quetzaltenango, el centro de poder Mam se
trasladó al noroeste. El señorío más poderoso en esta última región parece
haber sido el que tuvo como capital el lugar que hoy se conoce con el nombre de
Zaculeu y que, en realidad, los mames llamaban Xinabajul. Se trataba de uno de
los centros que el señorío Mam tenía a lo largo de la fértil cuenca del Río
Selegua. Zaculeu es muy conocido, el sitio estuvo ocupado durante un período
muy largo, de aproximadamente 1,200 años, desde el Clásico Temprano hasta el
Postclásico Tardío.
Otros sitios cercanos a Zaculeu todavía no han sido
suficientemente explorados, como Cerro Pueblo Viejo, inmediatamente al sur; el
de El Caballero, unos seis kilómetros al sureste, y el de Pueblo Viejo o Piol,
que se localiza cerca del actual pueblo de San Sebastián, unos siete kilómetros
al noroeste. Puede, asimismo, citarse el sitio de Xetenam, hacia el noreste,
distante sólo 3 km de Zaculeu. Todos ellos probablemente formaron el centro del
señorío, con Zaculeu como capital y los otros como puestos dependientes o de
vigilancia en las entradas. Más al sur, y en la frontera misma con los quichés,
estaba otro importante centro Mam, conocido hoy como Pueblo Viejo
Malacatancito, el cual tenía seguramente funciones de defensa y control de la
frontera y de las vías de acceso que, por el sur, conducían al interior del
señorío.
Clases sociales:
Zaculeu, |
Entre los mames había la misma distinción social general,
entre aristocracia y plebeyos, la que existía en los pueblos de la rama quiché
y de otros grupos del Altiplano. Sin embargo, se desconoce totalmente el tipo
de organización local y territorial, y no se sabe si disponían de entidades
territoriales similares al chinamit quiché o al molam de los pokomames. Lo que
sí puede afirmarse es que la influencia del señorío de Zaculeu llegaba más allá
de sus fronteras, aunque no necesariamente el dominio político. Acerca de la
conquista de este lugar, el señorío estaba aliado con los de Cuilco e
Ixtahuacán, pues de ambos sitios llegaron guerreros en su auxilio durante la
conquista española. Tales refuerzos para la defensa de Zaculeu, procedentes de
los altos Cuchumatanes, indicarían que su influencia se extendía hasta esa
región.
Relaciones con los
Quichés:
Dos documentos quichés, el Popol Vuh y el Título Coyoi,
citan a Zaculeu como un señorío conquistado por el 'rey' Quicab, a mediados del
siglo XV. En realidad, estos dos documentos no pueden ser considerados como
fuentes independientes y complementarias, puesto que el segundo de ellos parece
haber sido redactado según la historia 'oficial' representada por el Popol Vuh.
En consecuencia, se trata, en el fondo, de una misma versión de la pretensión
quiché de haber sido protagonistas de victoria tan importante.
Tal como se afirmó en el ensayo sobre los quichés, no
procede un parangón con la historia occidental moderna, pues la de aquellos
grupos estaba muy ligada a la cosmología. Es evidente, además, que tales
'historias' estaban al servicio del estrato dominante y bajo su control.
Por lo tanto, las crónicas indígenas, que indudablemente
incluyen una dosis de veracidad, se encuentran necesariamente teñidas de
elementos propagandísticos y de otras formas literarias propias de la
cosmovisión que dominaba a aquellas sociedades. En tal sentido, queda la duda
sobre si la narración, de la conquista de Zaculeu por el rey Quicab,
corresponde a hechos reales o si se trata de una exageración, con el fin de
exaltar la figura del gobernante. Por otra parte, existe la descripción del
conquistador Pedro de Alvarado, de la gran ceremonia y reverencia con que los
quichés de Utatlán recibieron al 'rey' de los mames, Kayb'il B'alam, a quien se
le atribuye la estratagema, intentada por los quichés, de incendiar Utatlán,
cuando los españoles estaban dentro de este centro. Tal actitud de respeto no
parece coincidir con la pretensión quiché de que los mames hubieran sido sus
vasallos, aunque la actuación de Caibil Balam, en Utatlán, fuera un hecho
reciente, resultado del resurgimiento de la independencia Mam, en momentos en
que el reino quiché se encontraba debilitado y fraccionado, después del
levantamiento contra Quicab.
La conquista de los Mames:
El señorío de los mames, cuya sede política estuvo en
Zaculeu, cerca de Huehuetenango, fue uno de los pocos que asumió una posición
de gran dignidad y también de mucha colaboración con las otras comunidades
nativas para enfrentar el avance conquistador hispano. El señorío Mam tuvo
desde un primer momento una participación singular, apoyando la defensa y
resistencia que presentaron los pueblos quichés, a pesar de que con ellos tenía
profundas diferencias desde fines del siglo XV.
Estas habían sido provocadas
por el expansionismo manifiesto de los quichés sobre la región noroeste de
Momostenango, donde ya habían conquistado Pachalum, Txicaché, y Paxcluín. Los
mismos quichés confirmaron tal hecho cuando, a mediados del año 1525, uno de
sus señores, Tepepul, informó malintencionadamente a los castellanos que el
intento inicial de encerrarlos y quemarlos en Gumarcaaj había sido por consejo
de Kayb'il B'alam, señor de los mames, quien hasta ese momento les había estado
ayudando con gente y apoyo logístico. Con dicho informe el dirigente quiché
pretendía ganar la amistad y benevolencia de los castellanos.
Con base en todas aquellas informaciones, Pedro de Alvarado
acordó emprender la conquista de los mames. Tal decisión tenía más bien el
propósito de halagar a los quichés, además de que Alvarado actuaba movido por
las noticias sobre las grandes riquezas de la región Mam. Otra razón que
impulsaba a Pedro de Alvarado era el peligro de tener pueblos insurrectos que
incitaran a los ya conquistados a rebelarse y a no tributar.
Para ejecutar sus
planes en el territorio Mam, Pedro de Alvarado organizó un ejército formado por
40 soldados de a caballo, 80 infantes y 2,000 indios auxiliares, a los que
añadió 300 naturales para que realizaran el trabajo de hacheros, macheteros y
azadoneros, y además un gran número de cargadores tamemes. El ejército se puso
bajo las órdenes de Gonzalo de Alvarado, y se sabe que éste escribió después
una memoria de aquellas acciones de conquista, pero lamentablemente este
documento se perdió. Los naturales de Malacatán (sujetos al señorío Mam de
Zaculeu), levantaron un ejército de 5,000 guerreros y presentaron batalla. Las
acciones se mantenían equiparadas hasta que en determinado momento Gonzalo de
Alvarado reconoció a Can Ilocab, jefe de los naturales, y en una embestida a
todo trote le dio muerte atravesándolo con su lanza. Este acto desconcertó a
los naturales y les hizo darse a la fuga. Después de la batalla, los españoles
tomaron el pueblo de Malacatán, donde sus principales se presentaron en plan de
paz, con presentes de oro y muestras de hospitalidad.
Poblado de la etnia MAM |
De Malacatán los españoles marcharon a Huehuetenango, lugar
que encontraron deshabitado y sin provisiones. En el reconocimiento de sus
alrededores se enfrentaron a unos 300 naturales. Tomaron tres prisioneros,
entre ellos Sahquiab, uno de sus dirigentes militares, quien les informó que
toda la población estaba atrincherada en Zaculeu. Gonzalo de Alvarado aprovechó
la ocasión para enviar requerimientos de paz por su medio. No hubo respuesta de
los indígenas y por lo tanto Gonzalo de Alvarado decidió sitiar Zaculeu.
El lugar, igual que Gumarcaaj, Iximché y Mixco, era una
ciudadela de acceso difícil por las defensas naturales que lo circundaban.
Fuentes y Guzmán, que fue corregidor de dicha región a finales del siglo XVII,
dice que tenía una única entrada, tan angosta que sólo permitía el paso de un
soldado. Además tenía numerosos terraplenes, pirámides con tableros-talud que
cortaban los graderíos, muchos edificios de calicanto y estaba situado en las
márgenes del río del mismo nombre, en una llanura de 60 km de circunferencia al
oeste de Huehuetenang.
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