Rio mavaca |
Localización:
Alrededor de 20.000 individuos que integran los yanomami
viven desperdigados por la selva tropical, en aldeas separadas por muchos
kilómetros de tierra deshabitada. Alrededor del 70 por ciento de esta población
ocupa el sur de Venezuela, en el estado Amazonas mientras que el resto se
distribuye por zonas adyacentes a Brasil, en concreto en una zona que comprende
parte del estado de Roraima y del Amazonas. Las comunidades Yanomami se
concen
Pueblo yanomami:
Los yanomamo o yanomami (también llamados yanomamö o
yanomami), son una etnia indígena americana dividida en tres grandes grupos:
sanumá, yanomam y yanam. Aunque hablan lenguas diferentes, se entienden entre
ellos. Se denominan también la nación yanomami. Habitan principalmente en el
estado Amazonas (Venezuela) además y en los estados brasileños de Amazonas y
Roraima.
tran en la zona de la cuenca del río Mavaca, en los afluentes del Orinoco,
en la Sierra Parima.
El contacto del Pueblo yanomami:
A pesar de que los contactos del pueblo yanomami con la
sociedad dominante tienen más de dos siglos cuando sufrieron los efectos de la
colonización de los portugueses en el amazonas y el Río Negro; estos
permanecieron relativamente aislados en territorios de refugio, hasta mediados
del siglo pasado (década del cincuenta) cuando comenzaron contactos más
directos y permanentes con población no indígena.
Expertos en los Yanomamis
como Lizot y otros afirman que los Yanomami migraron de la zona entre Río Blanco
y el Río Negro en Brasil, y de alguna manera se refugiaron en un territorio más
seguro como la Sierra Parima, cadena montañosa entre Venezuela Brasil. Tras
este asentamiento se dieron ciertas condiciones para que la población Yanomami
creciera númericamente y se expandiera hacia ciertas zonas del Alto Orinoco y
sus afluentes.
A mitad del siglo XX los Yanomami mantuvieron encuentros
tensos y no amigables con criollos venezolanos y brasileños que se internaron
en su territorio para la explotación cauchera, los cuales conducen a varios
enfrentamientos violentos con saldos de personas muertas y el rapto de otras
por parte de los Yanomami.
En la segunda mitad de dicho siglo sobre todo a
partir de la década del cincuenta, se realiza la expedición venezolano-francesa
que descubrió las fuentes del Orinoco y se comienzan a establecer en el
territorio Yanomami, un grupo de misiones religiosas que representan la primera
presencia permanente y estructurada de personas no indígenas con actividades
directas en la zona; en consecuencia los contactos son cada vez más crecientes
entre estos y las comunidades Yanomami ubicadas en áreas de difícil acceso.
Vivienda.
Shabono |
Viven en aldeas pequeñas, de entre 40 o 50 personas, que se
construyen en círculo completamente abiertas. Sus viviendas tienen forma cónica
y viven en grupos de familias. La situación de las cabañas puede variar y, en
numerosas ocasiones, en lugar de formar un círculo, forman una hilera.Las
familias comparten con las otras familias de la comunidad los productos
obtenidos de la caza, la pesca o la cosecha (dentro de cada shabono conviven
varias familias como
una comunidad).
Cuando se reúnen alrededor de la hoguera, que está en el
centro del shabono, comen, conversan, fabrican su utillaje, explican sus
historias, mitos, leyendas y enseñan a los niños sus tradiciones.
Costumbres:
Una de las costumbres más curiosas y primitivas de esta
etnia es la práctica del canibalismo endogámico como ritual sagrado: en una
colectiva ceremonia funeraria se comen las cenizas de los huesos de su pariente
muerto. Creen que en los huesos reside la energía vital de la persona fallecida
y que al ingerir sus cenizas la reintegran al grupo familiar.
Utilizan la sustancia tóxica de unas plantas para impregnar
las puntas de sus flechas. Este veneno (curare) paraliza al animal cazado sin
alterar su conciencia ni la sensibilidad.
Las mujeres se adornan atravesando con un palo pequeño su
tabique nasal y las comisuras de los labios.Utilizan también pinturas
corporales. La etnia lleva siempre el mismo corte de pelo, con flequillo y la
coronilla rasurada (estilo capuchino). Las cicatrices son muestra de valor y
madurez. Tienen una pequeña estatura y sólo se visten con un cinturón tubular
los hombres y un pequeño fleco las mujeres.
Subsistencia:
Los yanomamis se desplazan continuamente, es decir, son
nómadas. Estos desplazamientos están motivados por el corto periodo de la
productividad de sus cultivos. Cultivan en sus huertos la mayoría de alimentos:
plátano, ñame, batata y malanga. Un cultivo dura dos o tres años. Cuando la
tierra se agota, el poblado crea una nueva plantación en otro lugar. También
recolectan productos silvestres y comen ranas.
Practican la caza todo el año, individualmente o en grupos,
y utilizan el arco y la flecha. La pesca se practica con menos frecuencia y
para pescar utilizan la flecha y el timbó, que es una especie de planta que
sacuden en el agua para atontar a los peces.
Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo
(elaboración de sus propias pertenencias - cestas, garrotes, arcos y flechas),
no tienen relaciones comerciales con pueblos vecinos. Actualmente siguen
utilizando motivos "decorativos" ancestrales en sus cuerpos, los
cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan un veneno llamado
curare, que untan esparcido en la punta de las flechas para cazar su alimento.
También consumen la planta "epená" o virola, que es una sustancia
alucinógena que utilizan en rituales curativos por los chamanes para
comunicarse con los espíritus, se utiliza en poca cantidad y en polvo y se
introduce en el chamán por medio de las fosas nasales con un palo hueco y se
sopla.
La vida social se organiza en torno a los principios
tribales tradicionales: relaciones de parentesco, descendencia de los
antepasados, intercambios matrimoniales entre familiares o grupos con un
parentesco común y la autoridad transitoria de jefes distinguidos que intentan
mantener el orden en la aldea y son responsables de establecer las relaciones
de la comunidad con otras aldeas. El liderazgo suele estar vinculado al
parentesco y los vínculos matrimoniales: los hombres grandes o líderes,
proceden de las familias más numerosas de las aldeas. Según su ingenio,
sabiduría y carisma pueden convertirse en autócratas, aunque la mayoría de los
jefes se limitan a actuar como superiores ante sus iguales. No están exentos de
limpiar los huertos, recolectar, cosechar, plantar y cazar.
Son al mismo tiempo pacificadores y valientes guerreros. La
pacificación pasa a menudo por la amenaza o el uso de la fuerza, de ahí que la
mayoría de los jefes tengan fama de waiteri o fieros.
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