Nube de espuma (poema original de Manuel Monteserín, colaborador del blog).
Cada día llega a meta.
Harto difícil y extraño.
Y si sale del letargo ya se larga
y continúa su carrera.
Hoy vio pasar una nube que le recordaba espuma,
que la playa era dorada y que la espiga, cebada fermentada.
Sin duda.
El sudor en la frente le advierte que lleva horas caminando y
sin darse cuenta la nube de espuma es negra.
Anuncia lluvia. Fría, alargada.
Y sus piernas dan zancadas también largas.
Pero va corriendo hacia ninguna parte.
De modo que no llegará a ningún sitio. Sitio concreto. Bueno.
Pero al final corriendo hacia ningún lugar ha llegado al principio.
Otra vez.
Y aunque no piensa igual que ayer y quizás mañana no piense igual que hoy,
le da igual.
Porque vivir hoy le da la paz tranquila que de seguro mañana espera.
Igual que esta jornada.
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